domingo, 5 de abril de 2009

Anaga, 28º 32' N. - 12º 31' W.

Es preciso haber aspirado el perfume del bosque para concebir lo que el espíritu experimenta, de intenso goce, en medio de esta atmósfera llena de vida. La paz del lugar, su grandioso aspecto, sus bellezas virginales llevan el pensamiento a la meditación. El hombre, inmerso en este ambiente, se identifica de alguna manera con el exuberante desarrollo de la vegetación; su corazón se dilata, el movimiento arterial se hace más fluido, los músculos cobran una nueva energía; un aire puro y suave tonifica los sentidos y sosiega las pasiones. La suave temperatura, la serenidad del cielo, el murmullo de las aguas invaden la mente de ideas de paz y felicidad.

Sabino Berthelot. ...un mes de Abril. (1820-1830)




Fragmento extraído del libro de Sabino Berthelot. Primera Estancia en Tenerife (1820-1830)
Enrique Castillo para su Bitácora. 2009.