Docenas de anécdotas y leyendas rodean al Valbanera y a su naufragio. Los restos del Valbanera son conocidos en la zona de los cayos, en el Mar Caribe como The Wreck of the Whores, el “Pecio de las Putas”. Es curioso comprobar, como la transmisión oral de la historia puede llegar a deformar los acontecimientos.
El Valbanera era un buque con casco de acero que tenía 121,9 metros de eslora, 14,6 de manga y 6,5 de calado. Su peso era de 5.099 toneladas brutas y desplazaba unas 12.500 toneladas. Sus motores consistían en dos máquinas alternativas de triple expansión Dunsmuir & Jackson de 444 caballos nominales de fuerza, que montadas sobre dos ejes le conferían una velocidad máxima de doce nudos.
El Valbanera inició su andadura marinera en una línea regular a los puertos de Santiago de Cuba y La Habana partiendo desde Barcelona con escalas intermedias en Málaga, Cádiz, Puertos Canarios y Puerto Rico, siguiendo su viaje a Galveston y Nueva Orleans, en la costa sur de los Estados Unidos.
Había sido construido en Glasgow en 1906. Podía transportar poco más de 1.200 pasajeros, y cuando zarpó de Santa Cruz de La Palma, último puerto de escala antes de cruzar el Atlántico, había a bordo 1230 personas entre pasajeros y tripulantes.
El buque, al mando del Capitán Ramón Martín Cordero, zarpó de Barcelona el 10 de Agosto de 1919 donde sólo consta que embarcaron balas de tejidos, pero ningún pasajero. El día 13 de Agosto zarpó de Málaga con varias partidas de vino, frutos secos, aceitunas y 34 pasajeros, uniéndose a ellos 521 más en el Puerto de Cádiz un día después.
El 17 de agosto de 1919 llegó a Las Palmas de Gran Canaria, donde embarcaron 259 pasajeros; 212 hicieron lo propio en Santa Cruz de Tenerife al día siguiente y el 21 del mismo mes 106 pasajeros más se unieron al pasaje en el Puerto de Santa Cruz de La Palma.
Cuenta la leyenda que mientras el buque reviraba en dicho puerto, perdió uno de sus anclas. Un negro presagio para los supersticiosos marineros.
Cuando salió de este último puerto, Santa Cruz de La Palma con destino a San Juan de Puerto Rico, Santiago de Cuba, La Habana, Galveston y Nueva Orleans viajaban a bordo 1142 pasajeros y 88 tripulantes.
Tras hacer escala en San Juan de Puerto Rico, el Valbanera llegó a Santiago de Cuba el día 5 de Septiembre. La mayor parte de sus pasajeros tenía billete hasta La Habana, pero por diversos motivos desembarcaron en Santiago 742 pasajeros, lo que sin duda les salvó la vida.
El mismo día 5 zarpa el Valbanera hacia La Habana con 488 personas a bordo y el día 9 por la noche, los vigías del Castillo del Morro, a la entrada del canal que conduce hasta el puerto de La Habana, distinguieron en medio del viento huracanado, las luces del barco que pedía práctico por medio de una lámpara Morse. Pese a que desde el atardecer de ese mismo día se había encendido la señal que indicaba que el puerto estaba cerrado, los vigías encendieron una nueva señal luminosa.
El capitán del Valbanera indicó también por medio de señales del sistema Morse, que intentaría capear el temporal en alta mar hasta que amainara. No volvieron a tener noticias del barco hasta que fue localizado por un buque guardacostas norteamericano.
Lo mas probable, es que el Valbanera naufragase sobre las 23:00 horas del día 9, posiblemente se quedó sin gobierno por avería en las máquinas y el timón, y la fuerza huracanada del viento y la mar lo arrojaron sobre un bajo arenoso en Half Moon Shoal (el bajo de la media luna). Al embarrancar volcó sobre el costado de estribor y fue cubierto por las olas embravecidas. Con anterioridad probablemente había perdido la antena de la telegrafía por lo que no pudo emitir ninguna señal de socorro.
No hubo supervivientes, ni testigos, ni se hizo ninguna investigación oficial. Cuando los pasajeros desembarcados en Santiago supieron la triste noticia, se apresuraron a escribir a sus familias en España y Canarias para comunicarles que se encontraban a salvo. Las informaciones sobre el naufragio del Valbanera llegaban con cuentagotas desde Cuba y Estados Unidos. Se sabía que muchos pasajeros habían desembarcado en Santiago pero las autoridades se negaban de manera incomprensible a facilitar la lista de pasajeros desembarcados en esa ciudad. La angustia de los familiares se prolongó durante meses. Algunos de los pasajeros declararon posteriormente que desde su salida de La Palma, el Valbanera presentaba una pronunciada escora a estribor, que se mantuvo incluso al abandonar Santiago rumbo a la tragedia.
Según la leyenda que circula entre los pescadores de Key West, al Valbanera no se le permitió entrar en La Habana porque a bordo viajaba un nutrido grupo de prostitutas. Tampoco es nada nuevo. En los tiempos de la emigración, no resultaba infrecuente verlas hacinadas en los entrepuentes de los vapores, huyendo de la miseria y el hambre. “El Pecio de las Putas” es un epitafio no merecido para las 488 personas entre marinos y emigrantes españoles que quedaron para siempre sepultados en el Caribe en la que ha sido una de las mayores catástrofes en la historia de la Marina Mercante Española.