viernes, 6 de mayo de 2011

The Mountain… Teide

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El Teide es un volcán situado en la isla de Tenerife, en el archipiélago Canario. Con una altura de 3.718 metros sobre el nivel del mar, es el pico más alto de España.

Forma parte del Parque Nacional del Teide, espacio natural protegido en la categoría de Monumento Natural y fue declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

A lo largo de los siglos el Teide ha sido mencionado y admirado por diversas culturas y en diferentes épocas como elemento centralizador y simbólico de la isla de Tenerife y del resto del archipiélago.

Echeyde es el nombre que daban los aborígenes guanches al Teide. Según transmitieron la mayoría de los cronistas, los guanches concebían a la montaña como el lugar que albergaba las fuerzas del mal, principalmente la figura maligna de Guayota.

En Las Cañadas se encuentra el mejor registro de la historia del hombre en Tenerife, debido a la gran riqueza en yacimientos arqueológicos.

El Teide y Las Cañadas no sólo tenían un significado espiritual para los guanches, sino que esta zona era también un recurso fundamental para la supervivencia en determinadas épocas del año. En verano se producía en estos pastos de alta montaña una concentración de ganados y pastores procedentes de toda la isla.

El Teide y todo su parque nacional es uno de los parajes naturales más importantes del mundo por su impactante composición geológica y paisajística y por la gran cantidad de especies endémicas de flora y fauna que posee.

Geomorfológicamente está formado por dos grandes depresiones coronada por el Teide con sus 3.718 m de altitud. Numerosas coladas de diferentes erupciones junto a las montañas y volcanes repartidos por todo el parque forman un paisaje característico.

El alto de Guajara, el Llano Ucanca, las Siete Cañadas, La Fortaleza, los roques de García y Pico Viejo son ejemplos muy importantes y característicos que forman el paisaje natural del parque.

El primer naturalista que estudió la flora del Parque fue el alemán Alexander von Humboldt, que pasó el invierno de 1799 a 1800 en Canarias. El que realizó la primera descripción válida de la Violeta del Teide fue Feuillée en 1724 y durante los años 50 del siglo XX fue el sueco Sventenius  quien se centró en el estudio de la vegetación del Parque Nacional.

Hace pocos días publicaba en este mismo blog una descripción de la subida al Teide escrita por uno de los primeros hombres que hablo del Teide y el turismo a nivel internacional, el aventurero Jules Leclercq.

Jules Leclercq (1848-1928), nació en Bruselas;  una posición económica desahogada le permitió viajar ininterrumpidamente por el Viejo y Nuevo Mundo. Leclercq siguió los pasos de otro viajero infatigable, el francés Xavier Marmier, cuarenta años mayor que él, a quien consideraba maestro y precursor. En plena juventud visita España, (Voyage à l'ile Majorque), e Italia (Le Tyrol et le pays des Dolomites). Más tarde recorre los países escandinavos e Islandia (Voyages dans le Nord de l"Europe, La Finlande aux mille lacs y La terre glace) y el Caúcaso (Le Caucase Glace). Posteriormente visita detenidamente los Estados Unidos, México y La Martinica (Un été en Amérique, Voyage au Mexique y Au Pays de Paul et Virginie). En 1879 se traslada a Canarias, concentrando su atención, de manera preferente, sobre Tenerife. Fruto de este viaje sería su libro Viaje a las Islas Afortunadas (1880).

Este viajero profesional e incansable, que recorrió los cuatro continentes por el mero placer del viajar, desembarca en Santa Cruz de Tenerife el 17 de julio de 1879 atraído por la presencia de una población distinta, repleta de reminiscencias aborígenes, deseoso de captar escenarios exóticos y con los ojos siempre abiertos ante lo pintoresco y singular.

Uno de los capítulos más apasionantes de su libro es la ascensión al Teide; la descripción del panorama que contempla desde el Pico producen auténtica emoción.

Emoción, y supongo que mucha alegría habrá tenido el fotógrafo noruego Terje Sorgjerd por los resultados de subir a internet  el video de su visita al Parque Nacional del Teide; lugar desde donde fotografió y filmó las imágenes de su trabajo “The Mountain”, que ha logrado  en apenas 20 días  siete millones de visitas, despertando el interés de importantes canales como el National Geographics por ejemplo. 

Terje Sorgjerd, que ha visitado la isla en varias ocasiones, tardó diez días en grabar las imágenes con apenas diez horas de descanso. Tal y como recoge en su página web,

"es uno de los mejores lugares en el mundo para fotografiar las estrellas".

El objetivo era captar la Aurora Boreal desde una de las montañas "más sorprendentes" que dice haber conocido.

 

 

El Teide, Tenerife. Islas Canarias.

 

Esta clarísimo que Jules Leclercq  coincidiría con Terje Sorgjerd  en que el Teide es uno de los mejores lugares del mundo para observar el cielo y las estrellas.

En fin, mi admiración a este rincón del planeta no se puede describir, yo tengo la suerte de sentir  su presencia a diario, el Teide para mi es un orgullo, y me siento muy feliz cuando mi hijo se alegra de verlo con nieve y nos reímos cuando tiene una nube por sombrero (señal de que anuncian lluvias)…. y más de una vez he pensado… “como a este le de por despertarse”.

En 1798 se produjo la que fuera última gran erupción dentro de los límites del Parque Nacional y que formó las llamadas Narices del Teide. Durante tres meses, salieron 12 millones de metros cúbicos de lava por una grieta orientada en dirección noroeste-suroeste en las laderas de Pico Viejo, conocido también como Montaña Chahorra.

Todavía hoy, aparentemente dormido el impresionante volcán, sigue imponiendo respeto a todos aquellos que llegan hasta él.