jueves, 20 de octubre de 2011

In the island.

 

Cada rincón del planeta es especial, de alguna manera todos los lugares que nos rodean nos transmiten sensaciones, nos generan estados de animo e influyen sobre nosotros.

Yo vivo en un pueblo costero, rodeado de montañas rocosas y mar de norte;  tierras de un Hidalgo pobre, mar de piratas y costa de contrabando, tierras de historias y leyendas, de pescadores y gente humilde. Un lugar que atrae, a veces captura y otras enamora.

Septiembre y Octubre son especiales, pero durante todo el año, el mar, las montañas, la tierra y el salitre, el paisaje en general fabrica mil contrastes y quizás, la tranquilidad después del verano  hacen regresar a Don Amaro, a Juana o su hermano Diego…. ayer mismo pude observar como Don Eugenio Sainte Marie abandonaba La Hoya y se dirigía hacia las “Casas de Perera”, allí se sentó mirando hacia el mar, describía días grises y oscuros en versos sobre el paisaje invernal. No pude ver fondeado el navío “Fortuna” o “El Clavel” porque había mar de leva…pero pude sentir a “Pargo” en Troche, mientras caminaba hacia “El Buigo” dejando atrás las vistas del  “El Fraile”, “La monja”, “La aguja de las ánimas” y al fondo Los Roques de Anaga.

Camino al puerto, a ver los barcos…. me imagine a Candelaria esperando al “Mar del Norte” y al “León”…

Mi imaginación se dispara, me siento bien y disfruto paseando por el pueblo, haciendo fotos, grabando videos, respirando, pensando en mis cosas…. y a veces.. pienso…  que el día que deje de respirar, me gustaría que derramasen mis cenizas por toda esta costa, en este pueblo, en este lugar del planeta…. en mi isla.

 

 

Enrique Castillo para su Bitácora. Punta del Hidalgo, Octubre de 2011.